Posted by : DURI 28 jun 2018


Gente feliz

Vivir nunca fue fácil y la vida no es un lecho de rosas. La muerte, la enfermedad, el hastío, los disgustos, los problemas, el cansancio, son una parte intrínseca de la vida. Pero también el amor, la belleza (de todo tipo), la risa, la amistad, la satisfacción y la alegría.

La vida, por tanto, tiene cosas buenas y malas. Debemos entrenarnos para valorar las buenas y minimizar las malas.

Si tenemos fe, debemos estar alegres, pues sabemos que hay un Dios bueno. Si somos cristianos, la lectura de la Biblia nos va a ayudar. Independientemente de que haya otra vida, Dios quiere que seamos felices en esta, pues es un Dios de bondad y amor.

Si no tenemos fe, y creemos que esta vida es la única que hay, no la podemos malgastar, sino que tenemos que exprimirla, vivirla al máximo, que es muy distinto de quemarla, simplemente se trata de ser felices con lo que tenemos, poco o mucho.

Aquí tienes unas frases sabias sobre la vida:

La vida es realmente simple, pero insistimos en hacerla complicada (Confucio)
Solo vives una vez, pero si lo haces bien, una vez es suficiente (Mae West)
La cosa más importante de la vida es disfrutarla, ser feliz, es todo lo que importa (Audrey Hepburn)
 El propósito de nuestra vida es ser feliz (Dalai Lama)

Analiza tu vida

En primer lugar sonríe, porque una sonrisa cambia todo, Simplemente ya hacer esto es un cambio de actitud ante la vida.

Reflexiona sobre lo que hay de bueno y hay de malo en tu vida:

- Familia

- Amigos

- Salud

- Trabajo

- Dinero

- Pareja

- Planes

- Aficiones

Si no tienes problemas en algunas de las cosas anteriores, ya tienes algo importante.


Disfrutar la vida con la familia

La familia es una de las cosas más importantes del mundo. Nuestros padres nos dan la vida y nuestros hermanos son los primeros amigos.

Si te sientes querido por la familia, estás arropado, nunca estarás solo, aunque haya una separación geográfica.

Si tus padres se van haciendo mayores, diles, o mejor demuéstrales lo que les quieres. Hazlo ya, antes de que se vayan.

Si tienes hijos y el desánimo te hunde por su mal comportamiento, si has sido un buen padre o una buena madre no te sientas culpable. Les has dado, les vas dar y les tienes que seguir dando algo que el dinero no puede comprar: el amor. Si se están comportando muy mal, intenta corregir su actitud con firmeza. La caricia bondadosa de una madre o la atención paciente de un padre son de los gestos más hermosos que puede haber en la vida. No olvides que el dinero se va y se viene, pero el amor perdura toda la vida. Si ellos no lo valoran, son ellos los culpables, no tú.

También te puede preocupar que no les puedas dar lo suficiente a nivel económico. Te preocupa su futuro y si las cosas no van bien económicamente, piensas que has fracasado como padre o madre. Deja ya de pensar tonterías.

Estás haciendo todo lo que puedes. Influye más en la posesión de las cosas materiales el comportamiento de las personas que las herencias recibidas. Cuántos pobrecitos niños bien, qué han tenido todo en la vida, al final al terminado siendo unos desgraciados, se han suicidado o han caído en las drogas. Y lo contrario, personas que no han tenido nada, se han labrado un gran porvenir.

No te obsesiones, pero tampoco te rindas. A darles cariño y a trabajar duro. Con estas dos cosas, ya has conseguido darles lo más valioso. Y el dinero ya vendrá, porque todo trabajo, al final, tarde o temprano, termina dando frutos.

Pero hay más familias, además de la biológica. Hay personas, que por imposibilidad biológica no han podido ser padres o madres biológicamente, pero son padres y madres desde el punto de vista humano que es el más importante, maestros, maestras, religiosos, religiosas, tíos, tías, familiares e incluso amigos, que han criado y enseñado a niños a saberse desenvolverse en la vida y les han dado amor y cariño.

También hay abuelos y abuelas que por circunstancias de la vida han vuelto a ser padres y madres.


Disfrutar la vida con los amigos

Que maravilloso tener amigos en los que confiar. La amistad verdadera ni se compra, ni se vende. Es difícil encontrar buenos amigos, personas en las que verdaderamente confiar. Pero si los encontramos son como familia. Es más, la familia te viene impuesta, pero a los amigos se los elige.

A veces los amigos nos decepcionan, pero debemos reflexionar si en ocasiones no hemos decepcionado nosotros. El ser humano no es perfecto y si somos verdaderamente conscientes de ello, sufriremos mucho menos.

Todos hemos sentido alguna vez la puñalada de quien creíamos amigo.
La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura (Vicente Espinel)
Si un amigo nos ha traicionado... ¡cuanto hemos ganado perdiendo su amistad!, ya que tarde o temprano nos habría provocado un dolor todavía más grande. Es normal sentirse mal, perder una amistad de esta manera también requiere un tiempo de luto, de superar el dolor.

Pero no interesa seguir perdiendo el tiempo con traidores. Haz una lista de tus amigos. Mira cuales son los buenos amigos de verdad, en los que puedes confiar a muerte, y luego los demás, que son amigos, y en un momento dado pueden pasar a ser de los buenos. No hay nada escrito en la amistad.

Disfruta con los amigos, desahógate con ellos y escúchales cuando quieran hablarte, cultiva su amistad, dedícales tiempo, mándales un mensaje sólo para demostrar que te acuerdas de ellos.

Quien tiene un amigo, tiene un tesoro.


Disfrutar la vida en soledad

A veces estamos sólos, ya sea por circunstancias geográficas o porque estamos atravesando un mal momento. La soledad deseada es el paraíso, pero la impuesta es el infierno.

Pero no nos equivoquemos, nada hay completamente bueno o malo en la vida. La soledad también tiene sus ventajas:

- Hago lo que me da la gana

- No tengo que dar explicaciones a nadie

- Tengo mi propia intimidad

- Me gasto el dinero en lo que me da la gana

- Vivo mi propia vida

¿Estás solo? Haciendo un chiste podemos decir... que estás con tu mejor amigo.

A mis soledades voy, de mis soledades vengo, porque para andar conmigo me bastan los pensamientos (Lope de Vega)

Disfrutar la vida con salud

Debemos cuidarnos, sin obsesionarnos, porque sin salud es muy difícil la felicidad. Pero si estamos sanos y nos duele nada, es un crimen no intentar disfrutar de la vida.

Las enfermedades y la vejez vienen porque es algo normal de la vida, debemos cuidarnos y hacer todo lo posible por tener buena salud, pero sin ser extremistas, porque también hay que tener en cuenta que sólo se vive una vez.

No sólo estamos hablando de la salud física, sino también de la mental. Lo mismo que no debemos adoptar malos hábitos que hagan enfermar al cuerpo, tampoco debemos adoptar malos hábitos que hagan enfermar la mente.

Las drogas no nos hacen disfrutar más de la vida, por el contrario perdemos la plenitud y muchas cosas buenas porque nos abotargan la mente.

Para vivir plenamente, no necesitamos el tabaco, el alcohol o los excitantes. Eso sí, esto no quiere decir que no podamos disfrutar de una copa de buen vino o de una taza de aromático café, si sabemos distinguir claramente donde está el lado saludable y donde el precipicio de adicción.


Disfrutar la vida en el trabajo (o sin él)

Parece un contrasentido que nos digan que hay que disfrutar la vida en el trabajo cuando el trabajo es algo que hay que hay que odiar. Si ya empezamos pensando así, mal vamos.

Cierta influencia de la sociedad nos puede hacer creer que lo normal es vivir tumbados a la bartola y que la Naturaleza te da todo lo que necesites. Sí, la madre Naturaleza es generosa... pero te lo tienes que currar, que nadie te engañe.

Lo mismo que decíamos de la muerte y la vejez, el trabajo forma parte de la vida. Y no sólo forma parte de la vida, sino que es muy duro ganarse el pan, nunca fue fácil.

Vale sí, ya conoces la historia de Fulanito o Menganita que no hace nada en todo el día y vive como un príncipe o una princesa. Ha tenido suerte (o no). El problema es que no eres esa persona, ni lo vas a ser. Además, es triste vivir así, porque a la larga no se suele acabar bien mentalmente.

El ser humano necesita trabajar, entre otras por tres razones. La primera es que necesita el sustento, esta es obvia y no tiene mucho recorrido. La segunda es el trabajo es una extensión de nuestro desarrollo personal, es nuestra "marca" en la vida.

Se habla de que X es un buen albañil, de que la señora T estuvo cuidando toda la vida a sus hijos, que el señor F tenía una pescadería y la cerró por la crisis, que U es escritora y no vende libros, y que K es enfermera y que tiene varios turnos.

En cambio, A, mujer, no ha hecho nada en toda la vida sólo vivir de los padres, y J, hombre, lo mismo.

Hablando con X resulta que estuvo trabajando en la construcción de la casa en la que yo vivo, la señora T es la madre de mi mejor amigo y es una gran mujer, me acuerdo de las merluzas del señor F y me da rabia que cerrase la pescadería, U se pone insoportable con sus libros pero es que son muy pesados, y en el análisis de sangre, K no me hizo nada de daño, es una gran profesional. Este país funciona por ellos, no pongo en duda que tienen una importante función en nuestra sociedad.

En cambio, A se lo ha montado bien, no hace nada en todo el día... nada interesante. Cada vez que me encuentro a J no me habla más que de bobadas, se nota que no hace nada en todo el día y como tiene todo el tiempo del mundo, busca como perderlo. En el fondo, creo que son dos parásitos que no hacen nada útil.

¿A qué grupo de los dos te gustaría parecerte?

La tercera razón es que lo que hace el trabajo es ocupar la cabeza. Si tuviésemos todo ese tiempo para pensar... al final terminaríamos pensando cosas que no debemos.

Si el trabajo que tenemos no nos satisface, tenemos que hacer dos cosas. La primera, obvia, intentar cambiar de trabajo, en la medida de nuestras posibilidades. Y la segunda, intentar que el trabajo no nos amargue. Darlo la vuelta y ver su lado positivo, lo bueno que tiene, los buenos ratos con los compañeros, tapar lo malo y ver lo bueno, aunque sea difícil. Si no tienes buenos compañeros, sé fuerte y busca buena compañía fuera del trabajo.

¿Y si no se tiene trabajo? Estar en el paro es una situación muy frustrante y negativa. Hay que tener en cuenta que no es una situación agradable. Debemos llevarlo de la mejor manera posible. No debemos perder la calma y debemos intentar alegres, contra viento y marea. La mejor manera para ocupar el tiempo es buscar trabajo activamente, formarnos con cursos y aprendiendo, y no pensar en la situación, porque tarde o temprano saldremos de ella.


Disfrutar la vida sin dinero

Vivir sin dinero es imposible y con poco dinero muy difícil. La escasez y las deudas nos ponen tristes y de mal humor. Y frecuentemente nos generan un estado de ansiedad y de frustración porque pensamos que no valemos para salir de esta situación.

Si estamos haciendo todo lo que podemos, tenemos que anular ese pensamiento de culpabilidad. Quizá no es el momento de ganar dinero, o algo no estamos haciendo bien que se nos escapa, pero en todo caso, algún día nos daremos cuenta de lo que estamos haciendo mal y algún día estaremos haciendo lo preciso en el tiempo preciso. Puede que alguien piense que esto es autoengaño. No lo es como lo demuestran la experiencia de muchísimas personas. Es mucho peor pensar jamás saldré de esta situación, que sólo conduce a la autodestrucción, y tú ya has decidido que esa actitud no te conviene.

Si no tienes dinero, disfruta de lo poco que tengas. Las cosas que se compran con dinero sólo son bienes de consumo, cosas que se compran y se venden con dinero. En cambio la amistad, el cariño de la familia, la belleza de la Naturaleza, hacer el amor con la persona que quieres, el disfrutar de un paseo en calma, son cosas gratis, que no se pueden comprar y que valen inmensamente más que los bienes de consumo.

Si te haces la comida en casa y no comes fuera, comerás más sano; si no tienes dinero, sabrás que tus amigos son de verdad; si gastas poco, te hará más ilusión hacerlo cuando tengas un poco de dinero; en definitiva, sabrás apreciar más lo que la vida te ofrece.

Hoy día, hay numerosos recursos a los que se puede acceder sin tener dinero, como cursos gratuitos en Internet, información en la Red, bibliotecas públicas, espectáculos públicos, etc.

No dejes que el dinero te amargue. Es muy importante, no lo vamos a negar, pero lo poco que tenemos lo vamos a disfrutar, y además su escasez lo vas a ir solucionando en el tiempo.


Disfrutar la vida en pareja (o sin ella)

Estar enamorado es una de las cosas más bonitas que a alguien le puede pasar. Muchas veces ese sentimiento no se correspondido, pero cuando lo es el estado que se experimenta es algo maravilloso. Con el tiempo, esta pasión se normaliza porque no se puede vivir toda la vida con la maravillosa magia inicial.

El amor es como una llama que si se la deja apagar el fuego se extingue por completo y la pareja sólo se mantiene unida por inercia. Debemos impedir eso manteniendo viva la ilusión, buscando momentos a solas con nuestra pareja para expresar cuanto la queremos y decir cosas que la lleguen al corazón, cuidar los detalles y los regalos, abrazarla con cariño, y si discutimos con ella, cosa de lo más normal del mundo, saber perdonar y reconocer nuestros errores. Aunque el amor no tenga el mismo calor de los primeros tiempos, sigue siendo amor, y no es menos amor, pero ha pasado del ardor juvenil a la serenidad y experiencia de adultos.

¿Y si el amor fracasó? Sí, ocurre con frecuencia y es algo muy normal en la vida. Debemos dar tiempo al tiempo para que las heridas curen y mirar adelante, siempre adelante.

No veas todo tan negativo cuando alguien te dejó. Más vale estar sólo que mal acompañado. No hay peor infierno que convivir con tu enemigo. La vida sin pareja tiene muchas ventajas, pero si prefieres estar en compañía, no te preocupes. Tarde o temprano, el amor vendrá. De momento, disfruta de no tener pareja, también tiene sus ventajas.


Disfrutar la vida con planes

Un viaje que comienza sin planes frecuentemente... acaba en ninguna parte. La vida es un viaje, nos está moviendo continuamente, ya que no podemos parar el tiempo. Si no planificamos nuestro futuro, es muy probable que no lleguemos a ninguna parte. En cambio, los planes nos mantienen con vitalidad, con ilusión y nos ayudan a alcanzar las metas y objetivos que soñamos y deseamos.

Los planes a corto plazo, menos de un año, como disfrutar con los amigos tal fin de semana, hacer un viaje con mi pareja, apuntarme en tal curso (o hacerlo), nos mantienen con la alegría de un futuro próximo que será agradable.

Los planes a medio plazo, de un año a cinco, como finalizar tal titulación, comprar una casa o un coche, montar una empresa, realizar tal viaje, además de mantener la ilusión, asientan las bases de nuestro futuro.

Los planes a largo plazo, más de cinco años, como tener un desahogo económico, que mi empresa crezca, tener una gran casa, alimentan la esta ilusión y siguen haciendo girar la rueda que encarrila nuestro futuro.

Pero no basta con planificar. La planificación ha de ser realista (es absurdo pensar seré Presidente del Gobierno o me tocará la Lotería), con objetivos concretos y progresivos (seré millonario, pero ¿cómo?), comprobar su realización tras un plazo, y si no se han cumplido, estudiar cuales han sido las causas.


Disfrutar la vida con aficiones

No se puede estar sin una actividad con la que pases buenos momentos, una afición o hobby. Si toda tu vida es el trabajo o la familia, sin más meta, tu desarrollo personal se va a resentir y si no hay vida más allá del trabajo o la familia, puedes caer en una depresión, cuando aquellas, por cualquier circunstancia fallen.

Una afición para cuando tengas tiempo libre, perfecto; para compartir con tu pareja, amigos o familia, mejor; para los fines de semana, está bien; para cuando te dejen libre, una buena idea; una que además me sirve para mejorar en el trabajo o buscar empleo, extraordinario; pero, por favor, busca una afición, dedícala tiempo y disfruta con ella. Te hará vivir la vida con más plenitud.

Ya sea la jardinería, la cocina, la pesca, el senderismo, el tenis, la carpintería, o lo que desees, ocupa tu tiempo libre en algo que te llene de ilusión. Tu mente lo agradecerá.


Disfrutar de la vida a pesar de los malos momentos

Los malos momentos, los disgustos y las malas noticias son algo muy normal, por lo que conviene estar preparados. La vida tiene cosas buenas y malas. Esto no es ningún secreto. Hay días buenos y hay días malos. Si no son realmente graves, afróntalo como un reto, algo a superar, e intenta que no te amarguen el día. Si no encuentras solución al momento, olvídalos y ocupa tu mente en otra cosa. Has decidido ser feliz y nada, ni nadie te lo va a impedir.

Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol: un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancarlo plantado; un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar; un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar; un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse; un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar; un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar; un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz (Biblia, Eclesiastés)

A veces lo malo se origina dentro de nosotros, al aparecer el desánimo, la tristeza o el recuerdo. A veces parece que todo lo que nos rodea es negativo. Hay gente que sólo nos llama o se acuerda de nosotros cuando le van mal las cosas y para contarnos sus problemas. A pesar de que nos depriman no debemos echarles la culpa, es humano desahogarse compartiendo lo que sientes con los demás. En los noticiarios, la mayor parte de las noticias se refieren a catástrofes, desgracias, violencias, asesinatos, etc. Es difícil encontrar algún pensamiento alentador entre tanto malo.

Cuando las cosas pintan mal es el momento de resistir y no gastar energías. El humor siempre ayuda en estas circunstancias.

Pero cuando las cosas van bien y un día recibimos de improvisto una buena noticia, es el momento de hacer un alto en el camino y celebrarlo, que sólo se vive una vez. Ya hemos llorado bastante, es el momento de reír. Por eso, y porque vendrán malos momentos porque la vida es así, aunque no tengamos ganas ¡hay que celebrar los buenas noticias que nos de la vida!


Disfrutar de la vida como sea

Hay que disfrutar de la vida como sea, como si fuera el último día, día a día, en cada momento, sin dinero o con él. Si nos vienen recuerdos de un pasado feliz no pienses como en algo que se ha ido sino como en algo que ya nadie te podrá quitar.

Vamos a ser felices, nadie, ni nada nos va a amargar, siempre pensando en positivo, sin preocuparnos de lo que pueda venir, sabiendo disfrutar de las cosas buenas de la vida, luchando contra el estrés, neutralizando a la gente negativa, riéndonos.

Vamos a ser felices como sea.

Disfruta de la vida, sé feliz, vive


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